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Suplementos dietéticos: por qué son tan importantes
Hoy en día, los complementos nutricionales son indispensables. Los encontramos en la vida cotidiana en forma de cápsulas, polvo, gotas o tabletas. En forma de vitaminas, minerales y otras sustancias, como ácidos grasos y fibra, representan un complemento útil a nuestra dieta diaria y aseguran funciones vitales de nuestro organismo.
Muchas vitaminas y minerales se pueden obtener a través de los alimentos. Por ejemplo, si bien la vitamina B12 se encuentra en todos los alimentos de origen animal (carne, pescado, yemas de huevo y productos lácteos), las frutas y verduras son las mejores fuentes de vitamina C. Desafortunadamente, a menudo no es posible absorber cantidades suficientes de sustancias vitales a través de los alimentos, por lo que puede tener sentido complementar con suplementos dietéticos para alcanzar el valor de referencia diario recomendado por la Sociedad Alemana de Nutrición (DGE) necesito venir.
¿Por qué ya no podemos conseguir suficiente comida?
1. Alimentación industrial y hábitos alimentarios modernos
Las sopas en bolsa, las pizzas congeladas, etc. se han consolidado desde hace tiempo en los lineales de los supermercados. Desafortunadamente, esta “comida rápida” suele utilizar materias primas de calidad inferior, como grasas hidrogenadas y potenciadores del sabor artificiales. O el contenido de nutrientes se reduce tanto durante el procesamiento industrial mediante la adición de rellenos e ingredientes artificiales que ya casi no se puede hablar de “natural” o “saludable”.
2. Influencias ambientales y estrés.
El hecho de que el estrés supone una carga adicional para nuestro cuerpo no es infrecuente y, sin duda, muchos de nosotros ya lo sabemos. Sin embargo, muy pocas personas son conscientes de que esta carga adicional también puede provocar cuellos de botella en el suministro de nutrientes. Debido al estrés, el cuerpo suele utilizar más nutrientes y necesita más para satisfacer sus necesidades. Al igual que el estrés, las influencias ambientales como el polvo fino o el ruido también ejercen presión sobre nuestro cuerpo y atacan nuestras reservas de nutrientes.
3. Medicamentos
Lo mismo se aplica a ciertos medicamentos. Así como los alimentos pueden influir en la respuesta del cuerpo a los medicamentos, también puede ocurrir que la absorción de nutrientes se inhiba al tomar medicamentos y, por lo tanto, el cuerpo no reciba el suministro adecuado. Ciertos antibióticos, por ejemplo, reducen la absorción de hierro.
4. Los productos finales contienen menos nutrientes que antes
Como todo, el cultivo de frutas y verduras ha cambiado con el tiempo: las frutas y verduras están diseñadas para ser particularmente dulces, coloridas y atractivas para los consumidores a través de una variedad de métodos de cultivo. Además, el uso de fertilizantes químicos ejerce mucha presión sobre el suelo en la agricultura, lo que perjudica la calidad del suelo. Esto significa que muchos productos finales contienen menos nutrientes cuando se cosechan.
5. Intolerancias o renuncia voluntaria
Además de los hábitos alimentarios poco saludables, determinadas intolerancias o incluso la evitación voluntaria de determinados alimentos también pueden ser la causa de una deficiencia de nutrientes. Debido a enfermedades u operaciones, algunas personas no pueden absorber los nutrientes a través del tracto gastrointestinal o solo pueden absorberlos en cantidades insuficientes. Las razones de esto podrían ser, por ejemplo, daños en la mucosa intestinal o la falta de una determinada enzima digestiva. Las personas que evitan voluntariamente ciertos alimentos pueden desarrollar rápidamente una deficiencia. Dado que la vitamina B12 y el Omega 3 se absorben casi exclusivamente de fuentes animales, estas dos vitaminas están especialmente recomendadas para personas veganas y vegetarianas. Porque al evitar los alimentos de origen animal, las sustancias mencionadas sólo se consumen en pequeñas cantidades.
6. Mayores necesidades de nutrientes
Determinadas situaciones de la vida y determinados grupos de personas requieren una mayor ingesta de nutrientes porque, por ejemplo, consumen más de lo habitual mediante la actividad física. Esto es especialmente cierto para los atletas competitivos y las mujeres embarazadas, quienes deberían consumir más vitaminas y nutrientes debido al esfuerzo físico adicional para satisfacer sus necesidades.
¡Bueno saber!
En las mujeres durante el embarazo, las necesidades de nutrientes son al menos un 30 por ciento más altas de lo normal, y en la fase de lactancia hasta un 100 por ciento más de lo normal. En las fumadoras, por ejemplo, las necesidades de vitamina C son un 40 por ciento más altas que en las no fumadoras. -fumadores. Para poder desintoxicar las sustancias nocivas provocadas por el tabaquismo, el organismo necesita más energía y por tanto más nutrientes para poder llevar a cabo este proceso de limpieza.
7. Edad creciente
Las personas mayores suelen tener deficiencias de vitaminas y nutrientes importantes. En Alemania pertenecen al grupo de riesgo en cuanto a deficiencia de nutrientes. Por un lado, esto se debe a que los medicamentos pueden tener un impacto negativo en la absorción de nutrientes. Por otro lado, el requerimiento energético disminuye con la edad y con ella el apetito natural. Las frutas y verduras son cada vez menos habituales en el menú, por lo que el cuerpo recibe muy pocas sustancias vitales.
¡Bueno saber!
Según una estimación del servicio médico del seguro de enfermedad, 1,6 millones de personas mayores de 60 años sufren ya de desnutrición crónica. Además, nuestro cuerpo cambia con la edad y los niveles de nutrientes de determinadas sustancias disminuyen automáticamente como parte del proceso de envejecimiento. Por ejemplo, el cuerpo reduce la producción de sustancias endógenas como el ácido hialurónico o la vitamina D a medida que envejecemos. El ácido hialurónico está presente, entre otros, en el tejido conectivo y en el cuerpo vítreo del ojo. Por eso no es de extrañar que a medida que envejecemos, la elasticidad de la piel y nuestra vista disminuyen.
Las consecuencias de una deficiencia de nutrientes pueden no parecer especialmente graves al principio. Sin embargo, a largo plazo, los afectados pueden sufrir, entre otras cosas, síntomas duraderos.
- Cabello quebradizo, sin brillo e incluso caída extrema
- Uñas quebradizas con surcos y puntos blancos.
- Piel pálida sin brillo
- Fatiga, apatía y agotamiento.
- Sistema inmunológico debilitado, susceptibilidad a infecciones.
- Bajo rendimiento, dificultad para concentrarse.
- Cambios de humor
Para evitar estos problemas de antemano, es recomendable complementar la dieta con vitaminas y minerales adecuados. De esta manera podrás apoyar a tu cuerpo y proporcionarle los nutrientes adecuados.
Así que si ya sufres una deficiencia o simplemente quieres tomar precauciones, los complementos nutricionales pueden ayudarte a mantener tu salud y bienestar como parte de un estilo de vida saludable. No lo olvides nunca: los suplementos dietéticos pueden completar una dieta saludable, ¡pero nunca sustituirla!
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